Es un recurso fácil para el propietario jugar con la pelota para cansar al perro, pero jugar con perros y pelotas puede ser un ejercicio muy positivo y saludable, o por el contrario, puede convertirse en una autentica pesadilla.

Asique, si no quieres llegar a tener un problema de “pelotas” con tu perro, sigue leyendo.

 

Por qué a los perros les gustan las pelotas

 

El juego con la pelota, es un ejercicio divertido para el perro y que le permite entrenar y mejorar sus capacidades para la caza, ya que cazar forma partes de sus instintos.

De forma natural, el movimiento de la pelota en el aire le activará para salir corriendo detrás de ella, empujado por una inercia, que surge de lo más profundo de su ser.

Además, con este tipo de juego, podemos estimularle y cansarle físicamente, al mismo tiempo que entrenamos, focalizamos y/o redirigimos el instinto de caza de nuestro perro.

 

Cómo jugar con la pelota para que tu perro no se obsesione

 

Debemos seguir unas pautas mínimas, necesarias para evitar que el juego con perros y pelotas se convierta en un problema.

Por eso te voy a explicar los errores que no debes cometer y las pautas a seguir para que este juego, sea una buena alternativa para tu perro.

Errores a evitar en el juego con perros y pelotas

Al jugar con la pelota, el perro puede llegar a alcanzar una excitabilidad muy elevada y un error típico, es seguir lanzándole la pelota una y otra vez con este alto grado de excitabilidad.

Esta excitabilidad llevada al extremo, puede hacer que nuestro perro se muestre cada vez más impulsivo y descontrolado.

Otro de los errores típicos, es jugar durante demasiado tiempo o que el único pasatiempo que tengamos para cansarle o estimularle, sea este.

Si creéis que como propietarios estáis haciendo algo bueno por el perro, dejadme deciros, que aunque tengáis la mejor intención del mundo, muy posiblemente estáis provocándole una obsesión.

El último error típico, es jugar con la pelota cuando hay un grupo de perros en nuestra misma zona o cerca de nosotros. En estos casos, el comentario típico es, “Ya, pero mi perro no se pelea por las pelotas” a lo que yo respondería, “¿Y puedes asegurar que los perros que están por la zona tampoco?”

Para esta pregunta, podrían replicarme, “Ese es problema de su dueño” pero lo cierto es que no, porque los que tienen el riesgo de sufrir un posible daño son los perros.

¡No seamos egoístas e imprudentes, seamos responsables!

Pautas a seguir al jugar con perros y pelotas

Para asegurarnos de que el juego con perros y pelotas no llega a convertirse en un auténtico problema, vamos a exponer unas pautas que nos permitan velar por el bienestar de nuestros perros, evitando posibles conductas inadecuadas y fomentando un tipo de juego, lo más saludable posible:

1ª El juego con la pelota, no debe ser la única manera de interactuar y pasar tiempo con el perro, existen otros pasatiempos (juegos de olfato, juego de lucha, juego de tira y afloja, paseos…). Como responsables del perro, debemos de tener una variedad de maneras de estimularle y cansarle.

2ª Debe tener un tiempo límite diario de juego con la pelota. Ese límite, yo lo pondría en 30 minutos.

3ª Si empezamos el juego con una palabra concreta, como “ready”, “listo”, “play” o “jugar” y acabamos diciendo, “ya está” o “se acabó”, podremos manejar mucho mejor las expectativas del perro respecto al juego, al mismo tiempo que mejoramos nuestra capacidad comunicativa.

4ª Debemos observar permanentemente al perro, si en algún momento se muestra demasiado alterado y/o ansioso, finalizamos la sesión de juego.

5ª Cuando esté interactuando con otros perros, evitaremos que las pelotas, otros objetos o la comida, formen parte de dichas interacciones, siempre que tengamos la mínima duda, de que estos puedan generar un conflicto por protección de recursos.

6ª Aprovecharemos el juego con la pelota para trabajar en el perro el autocontrol y la resistencia a la frustración. Para ello, podemos tomar los siguientes ejemplos.

• Antes de empezar a jugar a la pelota, tenerlo quieto hasta que se muestre tranquilo.
• Tirar la pelota y no dejar que la coja hasta que se le ordene.
• Dejarle la pelota cerca y no permitirle alcanzarla hasta que se le ordene.
• No jugar con él cuando quiera, sino cuando queramos nosotros.
• Botar una pelota delante de él mientras permanece quieto.

 

Conclusiones finales sobre el juego con perros y pelotas

 

Para finalizar este artículo, considero importante recalcar la importancia del juego como una forma de cansar y estimular a nuestro perro, pero también, como una forma de aprendizaje.

El juego debe ser divertido, pero también tenemos que verlo como una oportunidad, ya que mediante este, podemos inculcarle a nuestro perro disciplina, al mismo tiempo que mejora el autocontrol y la resistencia a la frustración, lo que tiene una clara transferencia en otros contestos de la vida diaria.

O por el contrario, puede ser el origen o el potenciador de la impulsividad, la falta de resistencia a la frustración y la obsesión.